-La histórica pelea entre Muhammad Alí y "Ringo" Bonavena -Se enfrentaron en el Madison Square Garden el 7 de diciembre de 1970. Protagonizaron una de las peleas más vistas en la historia del boxeo. El norteamericano se quedó con el triunfo en el último round- Estoy peleando acá con estos bagayos... Tengo que hacer una pelea por unos cuantos dólares y dejarme de joder. Hacer una grande y retirarme. Voy a pelear con Clay.- Ni se te ocurra. Te mata.La expectativa no solo era enorme en Nueva York. Esa noche, la transmisión de Canal 13, a cargo de Ricardo Arias desde el estadio, registró un rating de 79,3 puntos, una marca récord que en Argentina solo fue superada por los 81 puntos que Canal 7 alcanzó el 3 de junio de 1990, durante la semifinal del Mundial de fútbol que el seleccionado dirigido por Carlos Bilardo le ganó por penales a Italia. El combate también fue emitido por Radio Rivadavia, con el relato de Osvaldo Caffarelli.El primero en trepar al cuadrilátero fue Bonavena, vestido con una bata celeste y blanca, adornada con un sol dorado, y un pantalón de terciopelo azul marino. Un grupo de 200 argentinos, ubicados en la parte alta del Garden, se hizo oír. Cuando Ali, con su bata y su pantalón rojos, caminó hacia el ring, la ovación fue sonora y miles de puños se alzaron en las tribunas.En la primera mitad de la pelea (en la que se puso en juego el título pesado vacante de la Federación Norteamericana de Boxeo), el ex campeón mundial, que jamás había sido derrotado en sus 30 presentaciones profesionales, justificó su amplio favoritismo: manejó los primeros ocho asaltos con su movilidad, su jab indescifrable y la precisión de sus combinaciones, a las que Bonavena respondía con golpes abiertos y ampulosos que su rival anulaba con movimientos de cintura y con desplazamientos eficientes.Pero en el noveno, el asalto en el que Ali había prometido noquear, Bonavena llegó varias veces con potentes zurdazos y conmovió a su rival. La leyenda que se edificó con los años dice que el estadounidense fue derribado en ese asalto, pero la única verdad es la realidad: estuvo en la lona, pero luego de lanzar un golpe que no llegó a destino y caer como consecuencia del impulso. De todos modos, esos fueron los mejores tres minutos del argentino.A partir del 10°, Ali recuperó el control de la contienda, mostrando su buena condición atlética (una de las dudas que lo rodeaban después de su larga inactividad) y llegó al 15° round con claras ventajas en las tarjetas: el árbitro Mark Conn había visto ganar 12 asaltos al estadounidense y 2 al argentino, mientras que los jueces Joe Eppy (10-3 y 1 empatado) y Jack Bloon (8-5 y 1 empatado) también tenían adelante al local.A sabiendas de que no tenía posibilidades de ganar por puntos, Bonavena salió a jugársela en ese último capítulo. Ali aprovechó la desesperación de su adversario y lo envió al suelo con un gancho de izquierda a la mandíbula. El árbitro Conn no lo hizo caminar hacia una esquina neutral, como el reglamento indica, y el estadounidense volvió inmediatamente a la carga apenas el púgil de Parque de los Patricios recuperó la vertical. Otros dos derribos casi inmediatos determinaron el nocaut. Fue el único que Ringo sufrió en su carrera.Se enfrentaron en el Madison Square Garden el 7 de diciembre de 1970. Protagonizaron una de las peleas más vistas en la historia del boxeo. El norteamericano se quedó con el triunfo en el último roundUna vez que terminó el cruce de golpes, también finalizó la hostilidad verbal. Mientras Ali era entrevistado sobre el cuadrilátero, Bonavena interrumpió la conversación y encaró a su adversario. “Perdón por haberte dicho 'gallina', fue solo para ponerte nervioso. No sos gallina. Sos el campeón”, intentó disculparse, con su rudimentario inglés. La respuesta fue gratificante: “Debo decir que él es mi rival más difícil hoy en día”.“No fue mi mejor actuación, tal vez fue la peor. Quizás lo tomé demasiado a la ligera. Cometí muchos errores y eso me costó porque Oscar es incómodo y astuto, un golpeador furtivo. Pero gané. Noqueé a Oscar y eso es algo que el malvado Joe Frazier no pudo hacer en 25 rounds”, detalló el vencedor, quien tres meses después cedería su invicto al caer ante ese malvado Frazier en su primer intento por reconquistar los títulos mundiales.Meses más tarde, cuando los 300.000 dólares que recibió por aquella pelea descansaban en su cuenta bancaria y ya no era necesario recurrir a la hostilidad como forma de promoción, Bonavena también destinó palabras elogiosas a su rival: “Ahora que pasaron los 15 rounds más inolvidables de mi vida, pienso que Cassius Clay es un personaje sensacional y un boxeador imbatible. Pero hay que pelear con él para convencerse y eso solo lo pudimos hacer un puñadito de tipos en el mundo”. dyasdemonte casa